Estafa de los cachorros: cuando Facebook se convierte en criadero de fraudes


En el universo digital de Facebook Marketplace y los anuncios en Instagram, encontrar un cachorro “cerca de ti” puede ser demasiado fácil. Y, precisamente por eso, demasiado peligroso.
Miles de anuncios de supuestos criadores o particulares ofrecen perros adorables a precios atractivos. Pero la realidad es bien distinta: la mayoría son fraudes.
Señales de alerta
Fotos robadas de mascotas concretas, repetidas en distintas publicaciones.
Vendedores que se anuncian como locales, pero en realidad operan desde países como Camerún.
Contacto únicamente a través de mensajería privada y exigencia de pago por adelantado para gastos de envío o supuestas vacunas.
El resultado es siempre el mismo: el cachorro nunca llega. El dinero, tampoco.
Un fenómeno global con epicentro en Meta
Aunque las reglas de Facebook prohíben explícitamente la venta de animales fuera de contextos limitados, una simple búsqueda de la palabra “cachorros” arroja miles de resultados fraudulentos.
Según datos obtenidos por el Wall Street Journal, los bancos estadounidenses han identificado esta estafa como una de las más frecuentes en las plataformas de Meta, al mismo nivel que las suplantaciones de negocios o los sorteos falsos.
Reguladores en Reino Unido y Australia detectan patrones similares: Facebook e Instagram son terreno fértil para redes internacionales de fraude que profesionalizan la estafa digital.
El incentivo económico
¿Por qué persiste el problema? Porque el fraude es rentable para Meta.
En 2022, un análisis interno mostró que el 70 % de los nuevos anunciantes estaban vinculados a productos ilícitos o de baja calidad.
La compañía permite que estos estafadores publiquen decenas de anuncios antes de bloquearlos. En algunos casos, hasta 32 incidencias de fraude pueden acumularse sin consecuencias.
Mientras tanto, el negocio publicitario de Meta creció un 22 % en 2023, superando los 160.000 millones de dólares.
Una pieza en la industria del fraude organizado
El fenómeno de los cachorros falsos es solo la cara más tierna de un problema aterrador. Documentos internos y testimonios de fiscales en EE. UU. revelan que el auge de las estafas en Meta está vinculado a las llamadas operaciones de “matanza de cerdos”: redes criminales del sudeste asiático que explotan a miles de trabajadores en condiciones de semiesclavitud para montar campañas fraudulentas a escala industrial.
Conclusión del Observatorio
La venta de mascotas falsas en Facebook e Instagram no es un caso anecdótico: es el síntoma de un ecosistema donde el fraude es tolerado porque genera ingresos.
Detrás de cada “cachorro en adopción” hay víctimas que pierden dinero, confianza y, en muchos casos, la ilusión de una compañía animal.
En el Observatorio de Defensa Digital advertimos: Meta se ha convertido en un intermediario involuntario —pero lucrativo— del crimen organizado internacional.
¿Tú o alguien de tu entorno ha sido víctima de una estafa en alguna de las plataformas de Meta?
Cada estafa digital roba también confianza, seguridad y dignidad. No hablamos solo de un fraude económico: hablamos de un ataque emocional que genera vergüenza, miedo y, en muchos casos, silencio. Esa es precisamente la fuerza de los estafadores: que las víctimas callen.
En el Observatorio de Defensa Digital trabajamos para romper ese silencio, acompañar a las personas afectadas y demostrar que la defensa de lo humano en la era digital empieza por no dejar a nadie solo frente al abuso.
Observatorio de Defensa Digital
Protección del ciudadano frente a los abusos digitales.
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